miércoles, 24 de septiembre de 2014

Soneto IX. Llueve.

Cayó deprimido el cielo, ahora llueve,
quieres mirarlo, coges una silla;
tu rostro, lágrimas sobre tu mejilla,
tu rostro no soporta más, se vuelve.

Un crudo recuerdo brota y te envuelve:
Septiembre, parque, fútbol, pilla-pilla,
te vas, adiós desde la ventanilla,
no es más que un recado, será algo breve.

Cinco minutos y la compra semanal,
cierras los ojos, gritas y te paras,
pierdes el sentido, el jaleo es infernal.

Aún hoy, oyes el grito a todas horas.
¿Por qué iría más rápido de lo normal?
¿Por qué el balón salió de las aceras?

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