domingo, 31 de agosto de 2014

Soneto VII. Así eran, así son.

Como una triste orgia de susurros
que acarician tímidos el silencio,
como tequila en un bar con bullicio
con sal, limón y  humo de cigarros.

Igual que flores surgidas del barro,
con magia de Cloris, brotan despacio
igual que aquel endemoniado vicio
de amar la noche, volver con catarro.

Un desvelo de alivio, luz de luna
que radia en la buhardilla de un casón,
donde no tropieza la fortuna.

A modo que el cabello a Sansón,
o la amnistía a quien ayuna,
así eran tus caricias, así son.

lunes, 25 de agosto de 2014

No me muerdas la boca.

No me muerdas la boca,
si no tienes hambre de mi aliento;
sonríe, si quieres, cuando te cuente aquel chiste
tan malo, que ya te conté cien veces,
pero seguro que sonreirás, seguro.

No me muerdas la boca,
pero por favor, muérdemela una vez más;
vamos a recordar un rato como éramos antes de conocernos
cuéntame otra vez porque dejaste de suspirar,
por la magia de una noche de reyes.

No me muerdas la boca,
o no dejes de mordérmela jamás;
salgamos a la calle un rato, lleva zapatillas,
recorreremos la ciudad hasta que me de cuenta
de que no puedo recorrer tu cuerpo.

Pero ahora, muchacha,
no lo repetiré, no nos engañaremos,
te pediré que me muerdas la boca,
querré que tengas hambre de mi aliento,
querré que me beses una vez más,
que me muerdas y no sueltes jamás;
te volveré a contar aquel chiste, volveré a hacerte suspirar,
recorreré tu espalda, también tu pecho;
pero ahora, amor,
no me muerdas la boca.

martes, 12 de agosto de 2014

Soneto VI. Pentesilea contemporánea

Guarda bajo llave en su iris castaño
las más confiadas sonrisas de marfil
y en sus dedos, anillos azul añil,
de un zafiro pulido cada año.

Es la reina de todo cruel engaño,
escarpada cuando luce de perfil;
Sus guiños se te clavan como un alfil
y siempre llevan carácter huraño.

A Dios rogando... Señalaba el dicho;
yo que la maldecía en exceso,
fui el primer comandante en su nicho.

Cayendo en la trinchera de sus besos
me vi fusilado por sus caprichos;
perdí esta guerra de amor, lo confieso.